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domingo, 5 de junio de 2011

El sueño se ha hecho realidad


Una fuerte lluvia caía en la ciudad, mi único objetivo era no chocar o no derrapar mi auto en una curva, mis pensamientos se encontraban en un agujero negro, no pensaba en nada, solo en conducir bien hasta mi destino, un hospital.

Arribé al lugar específico, el cielo aún derramaba sus lagrimas en señal de dolor, y la luna, una luna triste, débil…Pregunte por las personas que buscaba, aunque en realidad solo me importaba una, mi esposa…
estaba a punto de dar a luz.

Al fin pude contemplar a mi esposa envuelta en una bata blanca que en ella se miraban dos letras, EG, y además el emblema del seguro social. Mis lagrimas tuve que contenerlas, no era el momento, le expresé mis mejores deseos y le dije que todo estaría bien, que no se preocupara por nada. Las contracciones cada 4 minutos hacían que su rostro expresara el más intenso dolor, pero no podía hacer nada para menguarlo.

Pasaron solo unos minutos, pero yo sentí que eran los más largos, y mi esposa, imagino, los más eternos, al fin, nos despedimos y la vi partir en una silla de ruedas atravesando un largo pasillo blanco, en mi mente solo me quedo la esperanza de que cuando la volviese a ver, mi hija, estaría con ella, en sus brazos…El sueño se ha hecho realidad…