Vistas de página en total

domingo, 25 de septiembre de 2011

Jim

Jim, se encontraba listo para usar la máquina del tiempo, ya la había utilizado con anterioridad en un viaje que realizó hacia el pasado, pero esta vez quería ir hacia adelante, 1,500 años al futuro.
La máquina parecía más una expendedora de soda. Jim programó 1,500 años, con la máquina se podía viajar hasta 4,000 años en el futuro, pero esta opción dificultaba la visibilidad de lo que proyectaría, según la mismo artefacto, así que Jim pensó que con 1,500 años sería suficiente para experimentar como la humanidad había avanzado en espacio y tiempo.
Fijó su mirada en la pantalla de la máquina, poco a poco se sintió perderse en sus pensamientos se fue desvaneciendo con su mirada en lo más profundo de la máquina, pronto sintió como su cuerpo se traslado a otro lugar, el futuro.
Vistiendo un traje elegante, en sus manos cargaba un portafolio de cuero el cual contenía cierta goma extraña e irresistible de probar, tomó un poco y observó como todas las personas se encontraban en la misma situación, todos vestian elegantemente y masticaban la goma de sus portafolios.
Llego al baño de un elegante centro comercial, tenia un olor peculiar, repugnante, bajó su mirada al suelo el cual estaba lleno de un líquido viscoso y asqueroso el cual producía movimientos abruptos, de pronto comenzó a sentir unas grandes nauseas producidas por la goma que había masticado, esto abonado al intenso hedor que se establecía en el baño lo hizo vomitar. Después de recuperar las fuerzas perdidas por el esfuerzo observó detenidamente que su vómito era igual que todo el líquido desparramado por el baño. Fue grande su sorpresa al ver que del piso se elevaba una figura, Jim se estremeció sobremanera al ver que la figura portaba un elegante portafolio y muy finas ropas…