Caminando por una montaña árida llegué a la cúspide de ésta y me encontré con un grupo de personas que estaban recluidas desde hacia ya muchos años…
Una banda sin fin transportaba a aquellos sujetos que eran obsoletos o ya no aportaban nada al grupo, estos caían al gran horno. Una pared, poco usual manifestaba un portal transdimensional que era prohibido cruzar, solo unos pocos podían atravesarlo, pero por un tiempo restringido de una hora. Estos se hacían llamar el clan de los búhos porque eran los que tenían la llave para cruzar el portal y velaban por los demás para liberarlos de su amarga reclusión si recuperaban las siete claves que se escondían en la dimensión prohibida.
Me permitieron cruzar el portal, siendo un novato en el clan, mi deber, encontrar una de las siete claves que se escondían en la otra dimensión, el único problema era que no sabía como eran ni donde se ubicaban…
Lo primero que tenia que saber al cruzar los planos era que la diferencia del tiempo. Ésta era exactamente de una hora menos, esto significaba que al cruzar el plano del lado que me encontraba, si eran las siete, en el otro lado serían las seis y mi tiempo, en ese plano, era solamente de una hora, por lo que tendría que regresar a mi plano cuando el reloj de esa dimensión marcáse las siete y si por algún motivo yo pasaba más tiempo, los vigilantes de este plano podrían rastrearme y la misión fracasaría…
Ya con todas los objetivos claros en mi mente, me dispuse a cruzar los planos y buscar una de las siete claves…
El lugar era totalmente diferente al otro, mucha luz, mucha alegría…Niños jugando en un mundo "arcade"…Mi primera impresión de este mundo surrealista, lleno de luces y algarabía fue el gran contraste que existía entre los dos mundos, el otro era lleno de miseria y tinieblas...Casi me pierdo en mis pensamientos al contemplar tanta diversión sin fin, casi se me olvidaba mi misión, pero logré reaccionar en el último momento y comenzé a buscar la clave...
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