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martes, 10 de mayo de 2011

El hotel de los Anuros


Fui con mis amigos a un hotel cerca de la playa, un grupo como de ocho personas, no a todos los conocía, pero no sentía un ambiente hostil con ninguno de ellos, se respiraba un aroma vacacional, refrescante.

Ya en la habitación sentí un gran calor. Se me ocurrió entonces ir a bañarme a la playa, salí de la habitación (era por cierto bastante amplia, con detalles en madera pero no tan elegantes ni pomposos) me dirigí rumbo a la playa pero observé una enorme piscina que invitaba a zambullirse antes de visitar la playa…

Realmente era hermosa con aguas cristalinas, mis amigos estaban desempacando aun y decidí esperarlos en la piscina para poder ir juntos a la playa. Justo cuando estaba a punto de ingresar en aquellas aguas tan azules observé sombras extrañas moviendo en lo más profundo de la piscina. Me detuve a examinar con más cuidado lo que había dentro de ella. De pronto las sombras emergieron dejando ver un Anuro…una rana.

Pensé en llamar a alguien de mantenimiento, no podía entender como una piscina tan limpia tuviese ranas dentro, tenía que haber algún tipo de error. Luego fueron apareciendo más y más hasta que la piscina estaba repleta de ellos.

Empezaron a moverse de una forma casi sincronizada, empezaron a croar y a croar toda un sinfonía. Luego todo empezó a tomar forma… Era un espectáculo creado por el hotel para los invitados. Una atracción turística única.

Me quede sentado en la orilla disfrutando del show que ofrecían todos esos batracios perfectamente adiestrados, muchas personas se reunieron alrededor de la piscina para contemplarlos. Luces y fuentes de agua se unían al acto.

Luego, al llegar al clímax de la función, una rana gigantesca empezó a engullir al resto de sus hermanas, era una rana mecánica, la forma de limpiar la piscina y guardar a las ranas para la próxima función.

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